Por todos es sabido la importancia que tienen la comunicación interna y externa en nuestro día a día. Ya sea dentro del ámbito personal como en el profesional.

Respecto a cómo nos relacionamos con los demás, son muchas las herramientas, trucos y consejos que se nos ofrecen para poder mejorar. Invertimos mucho tiempo, dinero y energía en aprender a comunicarnos con nuestros jefes, compañeros, familiares, pareja e hijos. Sin embargo, nos olvidamos de que la relación mas importante que todos tenemos es la que mantenemos con nosotros mismos.

Me refiero a la comunicación interna.

La forma en la que nos hablamos a nosotros mismos puede tener un gran impacto. No sólo en nuestra salud mental, sino también en nuestras decisiones y comportamientos. Y, en consecuencia, en nuestra calidad de vida.

El desconocimiento y la priorización de lo externo son algunos de los motivos por los que descuidamos la forma en la que nos hablamos.

La realidad es que valoramos el éxito, la imagen o la productividad. Y pensamos que conseguirlo depende solo de lo que hagamos hacia el exterior. Sin embargo, ¿crees que tendrías éxito si cada mañana, al levantarte, te repitieses lo poco que vales y lo torpe que has estado en la última reunión de trabajo? Sin duda, es bastante probable que respondas que no.

Y es que los patrones de comunicación negativos, críticos e, incluso, destructivos pueden hacerte tanto daño que, por temor a enfrentarte a pensamientos y sentimientos incómodos, decidas separarte de esa parte interna tuya tan importante y decisiva para tu salud mental y tu bienestar general.

La comunicación interna. ¿Cómo tener una buena relación con ella?

  • Comunicarte internamente implica prestar atención a tus sentimientos, pensamientos y necesidades. Tener conciencia de ellos para comprender quién eres, qué quieres y cómo te afecta el mundo que te rodea. Puedes empezar observándote y detectando qué es lo que necesitas en cada momento, cómo te sientes y qué puedes hacer para mantener tu bienestar.
  • No solo se trata de saber quién eres o qué es lo que necesitas. También, debes aceptarte, Y, para ello, es importante que aprendas a hablarte con amabilidad y comprensión. Igual que lo harías con ese amigo o familiar que te cuenta cómo se siente. La autoaceptación es el primer paso para tener una autoestima saludable.

No hay duda: la forma en la que te hablas influye en tu mentalidad.

Una comunicación interna positiva te ayudará a ver desafíos y oportunidades que de otra forma no verías. Y si las cosas no van bien, la comunicación interna positiva te hará mantener una mentalidad resiliente.

Estas son algunas de las áreas que mejorarás si aprendes a hablarte correctamente.

1.- Toma de decisiones

Cuando te comunicas de manera efectiva, eres capaz de evaluar mejor tus opciones y tomar mejores decisiones. Este proceso de reflexión te ayudará a evitar la impulsividad y las decisiones basadas en emociones momentáneas. Desde luego, esto mejorará tu autocontrol.

2.- Manejo del estrés

Comunicarte de forma adecuada te ayudará a lidiar con el estrés y la ansiedad. Cuando has aprendido a hablarte con amabilidad y cariño, puedes calmarte y buscar soluciones que te ayuden a reducir tus niveles de estrés en momentos de tensión. Te animo a hacer la prueba. ¡Verás como te ayuda en esos momentos complicados!

3.- Resolución de conflictos

Sobre todo, cuando hablamos de conflictos internos. A menudo puedes sentir que existe una lucha interna entre lo que deseas hacer y lo que debes hacer. A largo plazo, comunicarte contigo mismo, y hacerlo desde el cariño y la amabilidad, te ayudará a resolverlos de la manera mas beneficiosa para ti.

Mejorar tu comunicación interna es posible

No es la primera vez que te hablo de la importancia de la comunicación interna. Puedes echarle un vistazo al artículo en el que te hablé de un ejercicio muy útil para descubrir la forma en la que te hablas.

Y, con este otro ejercicio puedes complementar el anterior.

La idea es que hagas un diario de pensamientos y emociones. Para ello, solo tienes que hacerte con un cuaderno y dedicar unos minutos al día para reflexionar sobre tus pensamientos y emociones.

Escribe en él cualquier pensamiento que te surja. Especialmente, aquellos que te generen emociones fuertes, prestando especial atención a la manera en la que te hablas en las diferentes situaciones que estés plasmando en tu diario.

No te juzgues y se honesto con lo que estás escribiendo. Solo así podrás descubrir realmente tus patrones de comunicación interna. Y cómo estos te pueden estar influyendo en tus emociones y decisiones.

Si notas que existen patrones de comunicación interna críticos o negativos trabaja para cambiarlos. Puedes escribir afirmaciones positivas que contrarresten esos pensamientos negativos.

Utiliza este diario como una herramienta de autoconciencia y autoaceptación. Y verás que, a medida que te vuelvas más consciente de tu comunicación interna, la relación contigo mejorará.

No dudes en contactar conmigo si deseas consultarme cualquier duda sobre este tema. O si deseas que te ayude a mejorar tu comunicación interna.

En definitiva, hablarte bien te empodera y te hace sentir que tienes el control de tu vida. Empatizar con tus emociones, comprenderlas, validarlas y atenderlas, con cariño y autocompasión, te ayudará a enfrentarte a los desafíos que se te presenten. Tu vida y tu felicidad se construyen sobre la base de tu comunicación.

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