Todos tenemos objetivos en la vida. Algo que queremos conseguir y por lo que luchar. Sin embargo, no todas las personas son capaces de conseguir o materializar dichos objetivos.

¿Qué les falla? ¿Por qué para algunas personas resulta tan fácil hacer realidad sus objetivos y, en cambio, para otras no?

Estas son algunas de las preguntas que, por qué no decirlo, me he llegado a plantear muchas veces en mi vida. Y, a la vez, me han planteado mis clientes en diferentes ocasiones y circunstancias.

La respuesta está en la confianza en uno mismo.

Porque, es la falta de confianza lo que nos paraliza y nos mantiene en la zona de confort. Nos encierra en pensamientos o creencias limitantes que nos llenan la cabeza de ideas pesimistas sobre nuestra capacidad para conseguir aquello que queremos. Nos habla de fracaso y de miedos falsos que nos encierran en una zona de confort que es, de todo, menos confortable.

Si quieres tener buenos resultados y vivir una vida plena, confía en ti y en tus posibilidades

El «secreto» está en la confianza en uno mismo

El problema es que, en el camino hacia nuestros objetivos, nos perdemos mirando hacia los demás. Cometemos el error de compararnos con otros y centrarnos en lo que estos hacen o consiguen. Pero esa energía que inviertes mirando hacia los demás es tiempo que estás perdiendo y que podrías emplear en explorar tus facultades, habilidades, competencias y talentos.

Al compararnos con otros nos estamos quitando valor a nosotros mismos. Y, si lo piensas, es absurdo. Porque todos somos diferentes.

¿Compararías el salto de un pez con el de un canguro?

No, ¿ verdad?

Porque el canguro tiene unas competencias y habilidades completamente diferentes a las de un pez. A nosotros nos pasa lo mismo, aunque pertenezcamos a la misma especie, tú eres diferente a todos lo demás. Por tanto, mídete solo contigo mismo.

Hay personas que piensan que confiar en uno mismo consiste en creerse todopoderoso e invencible. Pero, eso es falso.

Tampoco se trata de creer que todo va a salir bien. Aunque no hagamos nada para que así sea.

Confiar en uno mismo es saberse capaz de afrontar o enfrentar las situaciones que la vida nos ponga por delante. Y es precisamente eso lo que hace que te enfrentes y afrontes dichas experiencias.  Es como un círculo vicioso con el que vamos nutriéndonos y mejorando nuestra confianza, seguridad y autoestima.

Las recompensas, tanto externas o tangibles, como internas o psicológicas que vamos recibiendo de esas experiencias son las que van aumentando la autoconfianza. Es decir, todas las recompensas y pequeños logros que tengamos nos harán confiar más en nosotros. Y con ello nos ayudarán a valorarnos más y sentirnos más seguros.

Pero este camino da miedo.

Tanto miedo que es posible que ni siquiera te atrevas a pensar en grande, a plantearte objetivos que, a priori, pueden parecerte inalcanzables. Porque, para ganar confianza en ti mismo tienes que salir de tu zona de confort y hacer precisamente eso que mas temes: enfrentarte a tus miedos y, sobre todo, a las limitaciones que te estás poniendo.

Cuando lo haces, el simple hecho de haberlo intentado, te hará sentirte mucho más poderoso.

Una forma práctica y sencilla de trabajar tu confianza

Después de hablar de ella, te propongo un sencillo ejercicio práctico para mejorar la confianza en ti mismo y conseguir buenos resultados.

1.- Visualiza ese objetivo que quieres conseguir. Asegúrate de que sea lo suficientemente retador como para que te haga moverte. Pero no tan irreal que sientas que es imposible conseguirlo.  Y, sobre todo, asegúrate de que conseguirlo dependa solo de ti.

2.- ¿Cuándo quieres que se haga realidad? Se suele decir que un sueño se convierte en objetivo cuando le ponemos fecha.

3.- Haz un listado con todas las cualidades y habilidades que tienes. Serán tus compañeras en este interesante viaje. Todos los aspectos positivos que te gustan de ti y que te han ayudado, en anteriores ocasiones, a salir airoso, reforzado y orgulloso de las situaciones por las que has ido pasando.

4.- Divide ese gran objetivo en «pequeñas submetas» que puedas empezar y terminar en un día. Acciones que te hagan dar pasos hacia eso que quieres conseguir. Pregúntate, ¿qué pequeño paso puedo dar hoy que me acerque a mi objetivo? Y comprométete contigo mismo para ir avanzando en esa dirección.

5.- Reconócete el valor, el esfuerzo y los logros conseguidos. Cada noche, dedica unos minutos a valorarte y reconocerte esos pequeños pasos que son los que marcan la diferencia. Cambia los pensamientos limitantes o pesimistas por otros que te potencien. Cada vez que te reconoces un logro estás alimentando la confianza en ti y dándote la energía que necesitas para que, a la mañana siguiente quieras seguir avanzando.

Y si en el camino encuentras baches, no desesperes, no abandones y sigue adelante. Recalcula y cambia de opinión, si es necesario. Pero sigue avanzando. Saca esa lista que has hecho con todas tus habilidades y cualidades, léela, recuérdate quien eres y no te compares.

Ya sabes que, si en ese camino, ves que necesitas el consejo, orientación y apoyo de un experto en Coaching y Psicología… ¡aquí me tienes para ayudarte a lograr tus metas!

Y recuerda que la confianza en uno mismo es la clave del éxito.

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