Los cambios en la perimenopausia son solo algunos de los muchos «tabús» a los que hasta hace relativamente poco tiempo nos enfrentábamos las mujeres. Y de los que, como puedes suponer, no se hablaba.
Para la mujer, el paso del periodo fértil a la menopausia es un momento complicado por las muchas alteraciones que experimenta. Y porque pone a prueba la capacidad de adaptación de quien lo vive en primera persona.
Hace unos días, estudiando sobre un tema totalmente diferente al que voy a tratar hoy, leí que las mujeres somos mucho más flexibles que los hombres a la hora de afrontar conversaciones que implican una negociación, por ejemplo. Y el motivo es que, la mujer, por su propia condición, está mucho más acostumbrada a aceptar el cambio. A manejarlo y gestionarlo.
Esto me llevó a una reflexión.
A lo largo de nuestra vida, las mujeres nos vemos sometidas a una gran cantidad de cambios, tanto físicos, como emocionales con los que tenemos que ser capaces de lidiar. Los cambios forman parte de nuestra vida y hemos aprendido a adaptarnos a ellos.
Pero esto no quiere decir que no nos cueste o que no nos suponga un esfuerzo manejarlos. ¡Ni mucho menos!
Uno de estos cambios es el que se produce en nosotras a partir de los 40 años. Y no es otro que la perimenopausia.
Qué es y por qué se dan tantos cambios en la perimenopausia
La perimenopausia es el período de transición que precede a la menopausia. Puede abarcar varios años aunque, generalmente, comienza en la década de los 40. O, incluso, comienza antes.
Cambios físicos durante la perimenopausia
A nivel físico, durante la perimenopausia, los niveles de hormonas reproductivas, como el estrógeno y la progesterona, comienzan a fluctuar y poco a poco disminuyen. Estas variaciones pueden tener varios efectos en nuestro cuerpo que, como consecuencia de ellos, empieza a cambiar. Uno de los síntomas comunes es el aumento de peso y la redistribución de la grasa corporal, sobre todo, en la zona del abdomen.
Estos cambios, aunque no son inevitables, pueden resultar bastante incómodos. Y, para muchas de nosotras, incluso llegan a suponer un problema. No solo a nivel físico sino, también, a nivel emocional. Igual que nos pasa en la adolescencia, estos cambios en el cuerpo no suenen gustarnos y es fácil que creen ciertas inseguridades con nuestra imagen.
Las fluctuaciones hormonales, nos afectan al metabolismo y la forma en la que el cuerpo almacena y quema la grasa. Esto se traduce en que, cuando antes perdíamos peso de forma rápida y con poco esfuerzo, ahora, los kilos se quedan con nosotras y nos cuesta mucho perderlos. Y, si a esto le sumamos la disminución de la masa muscular, y un aumento de la grasa corporal, tenemos el cóctel perfecto.
Cambios emocionales en la perimenopausia
La perimenopausia también tiene efectos emocionales y psicológicos en la mujer. Estas fluctuaciones hormonales de las que antes os hablaba producen cambios en nuestro estado de ánimo, alteración la calidad del sueño y bajada en nuestros niveles de energía.
Estamos más irritables, tenemos más síntomas de ansiedad y depresión. Nos sentimos inseguras y, de pronto, nuestros miedos aumentan.
Todos estos síntomas hacen de este periodo, un momento sensible y complicado.
Se trata de un momento desafiante para nosotras. Pero por el que es inevitable que pasemos. Y que, si sabemos cómo afrontarlo y si lo hacemos desde el autocuidado y apoyo de nuestras parejas y familiares, puede resultarnos mucho menos estresante.
¿Cómo atravesar esta etapa desde la aceptación y sin sufrimiento?
Lo primero que debemos manejar es lo que voy a llamar «las 3 A»: autoconocimiento, autocuidado y autocompasión.
#1 – Autoconocimiento
Como decía antes, durante la perimenopausia es normal experimentar cambios emocionales. Muchas mujeres dicen tener la sensación de estar en una especie de montaña rusa emocional que las lleva desde la euforia a la irritabilidad en cuestión de minutos. De ahí que conocerte sea clave para poder reconocer, y aceptar, estas emociones como parte natural del proceso.
Negarlas o enfadarte contigo misma por no poder controlar estos cambios solo añadirá un mayor sufrimiento y estrés al proceso.
Conocer tus ciclos y saber en qué momento te encuentras te ayudará a manejar la situación, desde la aceptación, los síntomas que aparezcan.
#2 – Autocuidado
En este momento, el autocuidado es sumamente importante. Nadie mejor que nosotras mismas para saber qué es lo que necesita nuestro cuerpo y nuestra mente en cada etapa.
Es el momento de priorizar tu salud física y emocional. Y, para ello, es posible que, si no lo estás haciendo ya, tengas que aprender a poner o ponerte límites. A decir que no y a dejar de lado esa falsa creencia de que cuidarse es ser egoísta.
En este momento de la vida, priorizar tu descanso, tu alimentación y la gestión del estrés será clave.
#3 – Autocompasión
Ya es suficientemente duro tener que afrontar todos los reajustes y síntomas que tenemos, como para que, además, le añadamos un extra de exigencia, juicio o maltrato hacia nosotras mismas por la forma en la que nos vemos o nos sentimos.
En esta etapa es esencial adoptar un enfoque positivo hacia nuestra imagen. Evitando quedarnos en la comparación con otras mujeres o con nosotras mismas. Y poner nuestra atención en fortalecernos, no solo a nivel físico, sino también a nivel emocional.
Tu lenguaje interior, la forma en la que te hablas y te miras es muy importante. Ya que tendrá un gran impacto en tu salud mental.
5 Básicos en las mujeres de más de 40
Ahora que ya sabes lo qué puedes hacer para, no sólo sobrevivir a esta etapa, sino para salir reforzada de ella, quiero compartir contigo 5 detalles básicos. Verás como te vendrá bien incorporarlos en tu presente para sentar unas buenas bases para el futuro.
1.- Incorpora hábitos de ejercicio regulares y una dieta equilibrada
El ejercicio físico y la alimentación te ayudarán, no solo a mantener o mejorar tu peso, sino también a mejorar tu vitalidad y energía.
Infórmate sobre cuáles son los mejores ejercicios para ti en este momento y, sin obsesionarte, haz los cambios que consideres que tienes que hacer en tu alimentación para sentirte mejor. Si lo crees conveniente, recurre a los profesionales de la salud para que te indiquen qué tipo de alimentos pueden ayudarte en esta etapa.
Sentirte fuerte y sana repercutirá positivamente sobre tu confianza y autoestima. Sintiéndote más poderosa y capaz de afrontar todos estos cambios en la perimenopausia.
2.- Vigila y regula tus hábitos de descanso y sueño
La falta de sueño puede influir negativamente en tus estados de ánimo y en cómo afrontas el día. Si no has dormido estarás más cansada y es posible que tu energía esté también un poco más bajita.
Sé consciente de cómo influyen estos elementos externos en tu ánimo para poder manejarlos y aprender a escuchar tu cuerpo. Y, a partir de ahí, poder actuar en consecuencia.
3.- Practica la conciencia y la regulación emocional
Saber qué te pasa es el primer paso para poder hacer algo con ello. Si no eres consciente de tus propias emociones, difícilmente podrás aprender a regularlas y gestionarlas.
Existen muchos métodos de regulación emocional. Si sigues mis publicaciones, ya sabes que en mi blog tienes muchas herramientas que te ayudarán a conseguirlo. La relajación, los diarios emocionales, yoga, meditación, boxeo, manualidades, actividades creativas…. Son solo algunos ejemplos de formas de regular tus emociones y mantener a raya a la ansiedad y el estrés.
Elige la opción que mejor se adapte a tus necesidades y a tus gustos. E incluye en tu agenda la realización de alguna de estas actividades que te ayudará a canalizar las emociones mas incómodas.
Ha llegado el momento de dejar de lado tu capa de super-mujer volcada en los demás. Y empieza una nueva era en la que tú tienes que ser la principal protagonista.
4.- Comunícate
Recuerda que no estás sola en este proceso. Es posible que en esta etapa sientas que las personas que te rodean no te entienden. Es normal, ni siquiera tú lo haces. A veces, puede que los cambios de humor y de ánimo te jueguen una mala pasada. Y, si no has podido gestionarlos adecuadamente, la culpa entra en escena.
Este periodo, como todos, necesita un tiempo para que puedas adaptarte a él. Y compartirlo con tu pareja, o con tus amigos, puede ayudarte a llevarlo mejor y a aliviar la carta emocional que puedes estar sintiendo.
Hablar de ello con las personas que te rodean hará que entiendan tu situación y que te apoyen en esos momentos en los que sientes que el mundo está contra ti.
5.- Busca apoyo o ayuda profesional
En esta etapa, la vida no tiene por qué ser peor. No tienes que conformarte con sentirte mal y esperar a que todo pase. Se proactiva con tu bienestar. Y, si sientes que te falta información o recursos para entender o manejar tus síntomas físicos y emocionales, pide ayuda. Apóyate en otras mujeres y en profesionales que te puedan facilitar las estrategias que necesitas para sentirte mejor contigo misma y con tu entorno.
La perimenopausia, y después la menopausia, es una etapa más en la vida de toda mujer. Cómo la vivas y afrontes, ya solo depende de ti y de tu actitud ante ellas.
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Muchas gracias por tan valiosa información.
Se la envié a mi esposa (tiene 61 años), creo que le será de interés saberlo.
Yo voy a cumplir 65.Con todo mi afecto,le deseo,un bello día.