La búsqueda de la identidad en la adolescencia es un asunto clave al que, antes o después, se enfrentan todos los jóvenes. Gracias al distanciamiento con su entorno familiar, el adolescente puede iniciar una búsqueda de sí mismo. Ya que los cambios psicológicos y sociales le pondrán en situaciones de tener que construir su identidad personal. A la vez que tendrá que hacer frente a nuevas formas de vida.

Existen una serie de elementos asociados a la elaboración de la identidad. Conocerlos ayuda a comprender el proceso por el que pasa el adolescente.

Toma de conciencia de uno mismo: autoconcepto

El adolescente descubre en sí mismo un mundo interior de pensamientos, deseos, sentimientos que se convierten en su centro de preocupación. El poder tomar conciencia de todo esto está condicionado por el nivel de autoestima. Este, va a depender de aspectos como, por ejemplo, la imagen de su propio cuerpo. Cuanto más satisfecho y más placer haya sentido el adolescente con su cuerpo, más fácil es que pueda explorar la cantidad de deseos, pensamientos y sentimientos nuevos o de elevada intensidad que aparecen en esta etapa de su vida.

El nivel de autoestima también está directamente relacionado con el ambiente familiar. La autoestima de los adolescentes se fortalece cuando sienten una atención equilibrada y cercana de los padres. Necesitan saber que sus padres están ahí disponibles. Pero, también, necesitan apartarlos de su vida para poder abrirse a la sociedad y pensar por sí mismos. Es fundamental en esta etapa de búsqueda de identidad en la adolescencia, que los padres se ofrezcan como una oportunidad de comunicación abierta y de reflexión.

Por último, el nivel de autoestima también se encuentra influido por el ambiente sociocultural. Puesto que la evaluación que el adolescente hace de sí mismo la hace en conformidad con los criterios y condiciones de la sociedad.

Un dato significativo es que un 20% de los adolescentes tienen un bajo nivel de autoestima. Lo que se traduce en comportamientos depresivos o ansiosos y dificultad en las relaciones personales.

Independencia y autonomía

La adolescencia marca el paso de una vida dependiente a una vida autónoma. En este momento, la emancipación de la familia juega un papel fundamental. El afecto y calor que de niño reclamaba, ahora lo siente como una traba para asegurar su autonomía.

Por tanto, el adolescente se muestra en una actitud de búsqueda de sí mismo y no de huida de la familia.

No quiere marcharse de casa, sino vivir en ella de forma diferente. Estudios empíricos demuestran que consiguen antes y mejor la independencia y autonomía personal los hijos de padres liberares que los de padres autoritarios. Los adolescentes necesitan romper el apego y el autoritarismo paternal. Para dejar paso al grupo de amigos, que serán los encargados de acoger, comprender y brindar reconocimiento.

Este proceso de búsqueda de la identidad en la adolescencia no es fácil. Es algo que se va construyendo con el tiempo. Y, en donde el propio adolescente tiene sus miedos y dudas respecto a su capacidad para afrontar la vida de forma adulta. En este momento, es importante que el adolescente pueda sentirse orgullo de su capacidad de dominio sobre el mundo y sobre sus cosas.

Adopción de decisiones respecto a la vida

El adolescente debe tomar decisiones importantes respecto a las exigencias de la sociedad en cuanto a la elección de su futuro. Escoger profesión cobra especial importancia en esta etapa. Esta decisión puede verse afectada por el status social y familiar. Incluso puede encontrar el rechazo o desaprobación por parte de su familia. Es fácil que puede verse afectada por las posibilidades económicas. Y que esto le obligue a modificar su primera opción. O, también, puede verse afectada por el estímulo y el apoyo de los padres.

Crisis de identidad

En la adolescencia, la “crisis de identidad”  es una fase normal del desarrollo de la persona, y así hay que entenderla, como una nueva forma de vivir y sentir la realidad. Supone una reorganización y reestructuración de la personalidad. Y, aunque pueda parecer lo contrario, es potencialmente constructiva y necesaria. ¡Sí! En todas las situaciones o conflictos que exijan tomar una decisión o una reorganización, como es el caso de los adolescentes.

Hablaremos de «crisis normales” cuando éstas sean transitorias y estén acompañadas de una abundante energía que provoque nuevos conflictos. Hablaremos de «crisis patológicas” cuando perduren más en el tiempo y vayan acompañadas de una pérdida de energía defensiva y aislamiento psicosocial. La búsqueda de la identidad en la adolescencia es compleja. Y, en ocasiones, requerirá atención profesional para ayudar al joven en este periodo vital. Si tu hijo está en esa situación… ¡no lo dudes! Seguro, podré ayudaros.

Como padres, debemos acompañar a nuestros hijos en esta nueva etapa y proporcionales el contexto adecuado para su desarrollo. Asumiendo  la “muerte del niño” (puedes leer aquí más sobre el Impacto de la Adolescencia en la estructura familiar), el alejamiento que ellos necesitan de la familia y facilitándoles la adopción de responsabilidades y libertades adecuadas a su edad.

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