En esta sociedad en la que vivimos, a menudo se asocia el autocuidado personal y la priorización con el egoísmo. Creemos que, por el hecho de decir lo que pensamos o buscar aquello que nos hace felices (sobre todo si esto va en contra de lo que nos dicen los demás), estamos siendo egoístas.
Sin embargo, es fundamental entender la diferencia que existe entre ser egoísta y priorizarte. Ya que hacerlo, o no, va a revertir directamente en tu bienestar físico y emocional.
Priorizarse y ser egoísta. ¿Es lo mismo?
Imaginemos el egoísmo como una moneda con dos caras.
Una más negativa, que es la que se caracteriza por hacerte tener una actitud egocéntrica y desconsiderada hacia los demás. Mientras, otra, la más positiva, te ayuda a cuidar de ti de manera equilibrada y saludable. Sin necesidad de ignorar, por completo, las necesidades de los demás.
Es decir, tanto en su versión más positiva como en la negativa, estamos hablando de cómo las personas manejamos nuestras necesidades y las de los demás.
Una persona egoísta no suele mostrar empatía hacia otros. Su principal objetivo es satisfacer sus propias necesidades. Incluso, cuando eso significa ignorar o aprovecharse de los demás. Por lo general, solo se preocupan por sus propios sentimientos y su bienestar y suelen mostrarse insensibles a las emociones ajenas.
Sin embargo, una persona que se prioriza, aunque sí que se enfoca en cuidar de sí misma y en satisfacer sus propias necesidades, no ignora las de los demás. Es empática y considerada con los sentimientos y necesidades de los otros.
Además, estas personas, cuidan su bienestar físico, emocional y mental. Y establecen unos límites saludables buscando el equilibrio entre las necesidades propias y las de los demás.
Cuando trabajo en mi consulta de Psicología y Coaching, siempre les digo a los pacientes que no se trata de ellos o los demás, sino de ellos y los demás.
Ese cambio de la «O» por la «Y» es lo que marca la diferencia.
Por lo tanto, y antes de avanzar para ver formas de priorizarte, queda claro que lo que diferencia cada una de las caras de esta moneda es el enfoque desde el que se lleva a cabo el comportamiento.
El autocuidado y su importancia en nuestra vida
Al hablar de lo que es (y lo que no) el autocuidado, me gustaría aclarar que es esencial para poder estar presente y apoyar a los demás de manera efectiva.
Una persona que se prioriza también puede ser empática y considerada. Y, en definitiva, una “buena persona” que se preocupa por los demás y los tiene en cuenta.
Así que, una vez desterrado ese falso mito que relaciona el cuidado personal y la priorización con el egoísmo, vamos a ver de qué manera podemos conseguirlo.
La clave está en el equilibrio
Como te decía anteriormente, el autocuidado no debe ser una excusa para dañar a los demás o actuar de manera egoísta. Es importante encontrar el equilibrio adecuado entre los demás y tú. Para ello, tienes que tomar consciencia de tus limites y establecer unas líneas claras en tus relaciones. Para evitar ir por la vida complaciendo las necesidades y los deseos de los demás. Ya que eso es algo que, inevitablemente, te llevaría a agotarte a nivel emocional y descuidar a los que te rodean.
El principal problema con el que nos encontramos es que nos cuesta mucho establecer esos limites saludables. Algo esencial para proteger, tanto tu bienestar como las relaciones que mantienes con los demás.
Te propongo aprender a decir «no» cuando sea necesario y comunicar asertivamente tus necesidades.
Por supuesto, no se trata de dejar de hacer cosas por los demás, ni de volverte un ser solitario y cerrado. ¡No te vayas al otro extremo! Simplemente, es cuestión de reciprocidad y de cuidado mutuo.
Priorizarte no significa dejar de preocuparte por los demás. Al contrario. Cuanto mejor te encuentres tú, más apoyo podrás brindar a los demás. Y si todos hiciésemos lo mismo, existiría reciprocidad y respeto entre unos y otros.
No olvides la autoestima
Conseguir el equilibrio a través de limites saludables no es posible sin una autoestima sana. Nuestra capacidad para reconocer y satisfacer nuestras necesidades está estrechamente ligada con ella.
Si tienes problemas a la hora de saber diferenciar si estás siendo egoísta o te estás priorizando, es importante que revises tu autoestima. ¡Haz la prueba!
La autoestima es la percepción y evaluación que haces sobre ti. Está influenciada e influye sobre todas nuestras experiencias, relaciones, objetivos y deseos.
Cuando tienes una autoestima saludable, te valoras y te tratas con respecto. Y eso te permite reconocer y atender tus necesidades de una manera adecuada. Sin embargo, si tu autoestima es baja, es posible que tengas problemas para reconocerlas. Puedes sentirte culpable por intentar satisfacerlas o, incluso, pienses que no te mereces dedicar parte de tu tiempo para ti.
Recuerda que en nosotros hay sitio para cuidarnos y también lo hay para cuidar a los demás.
Si no lo has hecho ya, priorizarte para tu bienestar físico y emocional es una práctica saludable que necesitas incorporar en tu día a día. Como profesional dedicada a la salud mental, te garantizo que el autocuidado es más que necesario si quieres estar en mejor posición para cuidar de los demás. Te sugiero «practicar el priorizarte» y, si ves que te resulta complicado y siguen apareciendo los remordimientos, no dudes en contactar conmigo. Te ayudaré a cuidar lo más valioso que tienes: TÚ.
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