Agosto llega a su fin y con él estas atípicas vacaciones que hemos o estamos viviendo. En breve, los días de descanso y relax pasarán a formar parte de nuestros recuerdos.

Sin embargo, este año, la ya de por si dura vuelta a la “rutina”, tiene un nuevo componente añadido: la incertidumbre y la adaptación al cambio.

Tal vez recuerdes que allá por el final del verano de 2018 os daba algunas pautas para afrontar la vuelta a la rutina de una manera y con actitud positiva. Hoy, dos años y una pandemia después, retomo el tema para añadir un ingrediente más. Lo que he llamado «el botón de avance».

Antes de hablarte de esto, me gustaría que mires detenidamente el logo de mi marca Coaching Con Laura. Y, a continuación, te pregunto: ¿qué ves entre las dos C y la L? ¿Lo identificas? En efecto, se trata de un botón de avance. ¡Sí! Ese botón que vemos a diario en gran parte de los aparatos electrónicos que tenemos en casa. Y que, al presionarlo, hace que aquello que estamos viendo avance rápido. Es un botón que apretamos de forma consciente para que la película o serie de turno vaya un poco más rápido y nos sitúe en la escena que queremos ver.

Precisamente de eso, de avanzar en la vida, es de lo que os quiero hablar en este post.

La importancia de avanzar en la vida

Durante los últimos meses, hemos vivido una especie de hibernación que nos ha mantenido protegidos y a salvo. Era una hibernación necesaria y útil para el momento que estábamos viviendo. De hecho, yo misma he estado semanas sin ser capaz de tomar una decisión, postergando mis propios objetivos. Porque, total, ¿quién sabe lo que va a pasar después del verano?

Pues ya estamos aquí y el verano está pasando. Ahora, es importante que, poco a poco, vayamos recuperando objetivos, creando nuevas ilusiones, proyectos y decisiones. Porque, solo así podremos avanzar en la vida y aprender a convivir en esta nueva realidad.

Tener y marcarnos nuevos objetivos tiene que ser como una brújula para nosotros. Una brújula que nos vaya guiando por un camino, a veces desconocido. Pero que, si seguimos y mantenemos con nosotros, nos llevará a buen puerto. Quizás tengamos que reconducir nuestros proyectos, abrirnos a nuevas opciones o incluso descartar y volver a crear. Sin embargo, si no desviamos la mirada de esos objetivos que nos hemos marcado, antes o después, los conseguiremos.

En esta ocasión, ya no se trata de apuntar o saber exactamente cómo vamos a conseguir aquello que queremos. Se trata de saber y tener claro qué es lo que queremos y para que. Con esto bien definido y con la mirada puesta en ello, seremos capaces de ver las señales que nos indiquen el camino. Y nos sentiremos capaces de avanzar en la vida pese a los obstáculos que se presenten.

Eso sí, tendremos que hacer buen uso de esa emoción de la que ya os he hablado en otras ocasiones: el orgullo. O, como yo la llamo, «la emoción de las dos C»: creer y crecer.

Creer en nosotros, en nuestras posibilidades, nuestros recursos. Confiando en el ser humano y en su infinita capacidad de creación. Lo que nos permite crecer sin temor a destacar, reconociendo lo que es válido y descartando aquello que ya no sirve. Por antiguo, pasado u obsoleto.

Este, es un buen momento de elegir qué es aquello que queremos, que nos gusta y que nos apetece hacer para dar al botón de avance e ir hacia ello. Porque solo si todos pulsamos ese botón, el amor se impondrá al miedo y la supervivencia. Y juntos crearemos ese mundo solidario y próspero que queremos alcanzar para avanzar en la vida.

Como siempre te digo, aquí me tienes si te sientes en un momento de bloqueo o necesitas ayuda para «pulsar» el botón de avance de tu vida. Como psicóloga y coach, sé que puedo acompañarte en esa etapa para lograr el éxito.

¡Feliz regreso a la actividad!

Etiquetado como:
| | |

Llévate GRATIS la Guía “5 Pasos para Sobrevivir a un Mal Día”

Con unas propuestas sencillas, fáciles y 100% practicas.
¡Perfectas para superar incluso el peor día del año!