Es curioso cómo, cada uno de nosotros, buscamos resolver los problemas. Las personas nos enfrentamos a ellos de diferente manera y, cada uno, tenemos nuestros trucos para hacerles frente. A priori, eso está muy bien. Porque es positivo que busquemos o sintamos que tenemos los recursos suficientes para resolver las situaciones complicadas con las que lidiamos a diario.

Sin embargo, el problema aparece cuando pensamos que la solución a nuestros problemas está fuera de nosotros. Y, entonces, es cuando caemos en conductas compulsivas o adictivas para hacer frente a las situaciones o emociones que no sabemos manejar.

¿Qué pensarías si te digo que todos tenemos dentro de nosotros una fuerza natural que nos hace resistentes frente a cualquier problema? ¿Sabes cómo acceder a ella?

Eckhart Tolle, en su libro “El Poder del Ahora” dice que:  “la mente egotista tiene una sensación profundamente arraigada de carencia o falta de totalidad, de no estar completa. En algunas personas se manifiesta de forma consciente y en otras inconsciente. Pero, sea como sea, las personas se embarcan a menudo en una persecución compulsiva de gratificaciones para el ego y de cosas con las cuales identificarse para llenar el vacío que sienten por dentro. Así, se fuerzan por perseguir posesiones, dinero, éxito, poder, reconocimiento o una relación especial, básicamente con el fin de sentirse mejor consigo mismos, de sentirse completos. Pero, incluso cuando alcanzan todas esas cosas, descubren pronto que el vacío esta todavía allí. Que no tiene fondo”.

La clave para resolver los problemas está en tu interior

En algún momento, cuando llegamos a este mundo, nos creemos que las respuestas a nuestras preguntas y aquello que necesitamos para sentirnos  felices, completos y poderosos está fuera. Pero, nada más lejos de la realidad.

Todos tenemos una fuerza natural que nos hace resistentes frente a cualquier problema. Cada uno de nosotros disponemos de los recursos y herramientas para hacer frente  a las situaciones que se nos presentan. El problema es que no todos lo creemos así. Son pocos los que sienten ese poder y no se dejan arrastrar por la necesidad que tiene nuestra mente/ego de  identificarse con cosas externas.

Para acceder a esa fuerza interior, sobre todo en situaciones de gran carga emocional, hay que dejar de lado el “tiempo”. Aceptando que el pasado y el futuro no existen. Cuando nuestra mente se va al pasado, caemos en un estado depresivo en el que gobierna la tristeza, la culpa, la rabia. Y, cuando nuestra mente se va al futuro, vivimos en la ansiedad. En ambos casos, lo hagamos de forma consciente o no, dejamos de estar presentes y vivimos paralelos a la realidad.

Para resolver los problemas de forma óptima, se hace imprescindible mantener tu mente en el presente para conectar con tu poder interior, con tu fuerza vital. Solo desde ahí podrás acceder a las respuestas adecuadas.

En esta situación, los ejercicios de Mindfulness, respiraciones conscientes, visualizaciones y lecturas orientadas por un p¡?¨

Comienza a practicar la conciencia plena

Como primer paso, te dejo aquí un pequeño y fácil ejercicio para que empieces a practicar la conciencia plena. Sin duda, lo podrás realizar cuando te tengas que enfrentar los “problemas” en tu día a día. Y, después, si te apetece, no dudes en irte de compras, a tomar un café o a la peluquería. Pero, hazlo desde tu esencia. Desde el poder que tienes dentro de ti. Y no desde la necesidad de llenar un vacío.

1 – Siéntate frente a un reloj y utilízalo para sentir el paso del tiempo que dura el ejercicio. Serán sólo 3 minutos.

2 – Concéntrate en tu respiración. Durante este tiempo tu tarea consiste en centrar toda tu atención en la respiración y nada más. Trata de notar las sensaciones que deja el aire cuando entra y sale por la nariz. Focaliza tu atención en tu respiración. Notando cómo el aire entra y sale por tu nariz. De forma rítmica: inspira y espira, sintiendo el aire en tu nariz.

3 – Céntrate solo en el ahora. Si en algún momento, notas que tu mente se va al pasado o al futuro, no te juzgues. Vuelve tranquilamente a las sensaciones que estás observando, acepta la distracción sin reproches y vuelve a centrar tu atención en la respiración. Experimentarás el bienestar que se siente al parar la mente. Al sentir el vacío. Y, simplemente SER TÚ. Será en ese estado de calma en el que reconocerás las mejores respuestas y soluciones a tus preguntas.

¡Haz la prueba! Y no dudes en contarme tu experiencia.

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