En nuestro crecimiento personal y profesional debemos dominar una serie de aptitudes que nos allanarán el camino y ayudarán a conseguir aquello que queramos de una manera mas rápida.

Pero hay una habilidad que destaca por encima de otras: la capacidad de negociación y persuasión.

Esta habilidad no sólo es esencial para triunfar en el ámbito profesional, sino que juega un papel muy importante en nuestras interacciones cotidianas. Ya que abarca desde la resolución de conflictos hasta la toma de decisiones.

En las próximas líneas veremos cómo es posible desarrollar y perfeccionarla.

Pero, antes de eso, me voy a parar unos segundos a explicarte qué es negociar y qué es persuadir.

Ya te he hablado antes de estos conceptos. Pero, merece la pena que nos detengamos en ellos.

Negociar y persuadir. ¿Dónde está la diferencia?

En primer lugar, negociar es la capacidad de llegar a acuerdos beneficiosos para las partes involucradas.

Y persuadir, es la capacidad para influir en las creencias, actitudes y comportamientos de los demás, para lograr un resultado deseado.

Por lo tanto, negociar y persuadir implican poner en práctica una serie de habilidades complementarias. Entre otras, la toma de decisiones, la asertividad, escucha activa, empatía y comunicación. Además de un conocimiento intra e interpersonal de conciencia y regulación emocional.

En un ámbito personal, la habilidad de negociación y persuasión puede ayudarte a resolver conflictos interpersonales, gestionar compromisos con tu pareja y familia. E, incluso, influir en la toma de decisiones en tu circulo social. En el plano profesional, esta habilidad es crucial para llegar a acuerdos, liderar equipos, gestionar conflictos y avanzar en la consecución de tus objetivos de carrera.

Es decir, la habilidad de negociación y persuasión es de vital importancia en todas las facetas de la vida. No sólo para alcanzar objetivos, sino también para fortalecer relaciones.

 Sin duda, dominar esta habilidad te abrirá las puertas a innumerables oportunidades.

Cómo desarrollar las habilidades de negociación

1.- Escucha activa

Una negociación efectiva comienza con la capacidad de escuchar atentamente las necesidades y preocupaciones de la otra parte. Esto te permitirá entender sus motivaciones y poder encontrar puntos de acuerdo mutuo.

Solo a través de la escucha activa es posible entender cuál es la motivación de la persona que tienes frente a ti. Escuchando, no solo lo que sus palabras dicen, sino también atendiendo a las emociones que hay detrás de esas palabras. Por ejemplo, ¿tiene miedo a cambiar? ¿Qué teme perder? ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar?

2.- Empatía

La empatía es la habilidad que te va a permitir ponerte en el lugar de la otra persona. No solo desde el punto de vista emocional. Sino, también, atendiendo a los pensamientos o perspectivas desde los que analiza el mundo que le rodea y las situaciones a las que se enfrenta.

Esto te ayudará a comprender desde dónde te está hablando. Y a encontrar soluciones que os satisfagan a ambos.

La empatía es la habilidad encargada de crear un ambiente de confianza y cooperación en la negociación. ¡Practícala y verás lo mucho que te aporta!

3.- Asertividad

La asertividad es la capacidad de expresar tus pensamientos, necesidades y opiniones de manera clara y respetuosa, al mismo tiempo que escuchas y consideras el punto de vista de la otra persona.

Lo que supone algo esencial si quieres encontrar un equilibrio entre tus intereses y objetivos y los intereses y objetivos de la otra parte.

Al ser asertivo, podrás comunicar tus límites de una forma sana y funcional y defender tus propuestas de manera firme pero respetuosa. Recuerda esto: el respeto aquí es clave.

4.- Toma de decisiones

En el proceso de negociación tendrás que evaluar diversas opciones y elegir aquella que te ayude a alcanzar tus objetivos.

La toma de decisiones, por lo tanto, también tiene un importante papel. Puesto que implica evaluar alternativas, analizar riesgos y beneficios, así como considerar tus preferencias y las necesidades de las demás partes implicadas. Si tienes en cuenta toda esta información y variables, tendrás un mayor control sobre la negociación. Puesto que la toma de decisiones partirá de una profunda reflexión.

5.- Comunicación

Si quieres transmitir la información de manera clara y precisa, persuadir a la otra parte y conseguir el mejor resultado posible en el contexto de una negociación, tienes que saber expresarte y comunicarte de manera efectiva.

La comunicación efectiva es crucial si quieres construir relaciones sólidas durante el proceso de negociación.

 Qué puedes hacer para mejorar tus dotes de persuasión

Persuadir es todo un arte que va a requerir de ti que consigas mucha información de la otra parte. No puedes persuadir a nadie si antes no te has empapado bien de cuales son sus necesidades, deseos o aspiraciones.

Para ello, es fundamental que entiendas su perspectiva y su forma de pensar. Para que puedas adaptar tu mensaje y conectar emocionalmente con quien deseas persuadir.

Aquí no solo te valdrán las emociones. Aunque consigas enganchar a la otra parte, si quieres persuadirla de algo, tienes que demostrar que sabes de lo que hablas. Las personas somos mucho mas receptivas con aquellos a los que percibimos expertos en la materia. ¿No te ocurre a ti también así?

Y si esto lo complementas con datos y argumentos racionales que respalden tu posición, mejor aún.

Pero recuerda: persuadir sobre alguien o influir en las decisiones y comportamientos de otra persona no tiene nada que ver con manipular. Tienes un articulo dedicado específicamente a la diferencia entre influir y manipular. Te animo a echarle un vistazo para que tengas claro por qué son cosas tan distintas.

En la negociación y la persuasión, no se trata solo de obtener lo que quieres. Sino de construir relaciones sólidas y duraderas y alcanzar resultados beneficiosos para todas las partes implicadas. Desde aquí te sugiero trabajar estas habilidades que tanto pueden ayudarte en todos los aspectos de tu vida. Y, si necesitas ayuda para lograrlo, solo tienes que contactar conmigo.

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