Si ha pasado por tu cabeza la eterna duda de «cómo emprender» te adelanto que es un camino apasionante y de lo más motivador. Pero que, al mismo tiempo, no está exento de miedos e inseguridades.
Hace años decidí poner en marcha mi propio negocio de Psicología y Coaching.
La ilusión, las ganas y la firme decisión de sentirme libre, de poder tomar mis propias decisiones y de (por fin) conciliar mi vida personal con la profesional eran los mejores motivadores. La energía que necesitaba para levantarme cada mañana y afrontar los nuevos retos y desafíos que el día tenia preparados para mí.
Porque, la ilusión es clave para desarrollar tu proyecto o emprender un negocio. Pero, la realidad es que, muchas veces, te encuentras inmerso en un viaje lleno de desafíos, miedos y bloqueos que te paran o te retrasan.
El miedo al rechazo, al ridículo, a no ser lo suficientemente bueno, a hablar de dinero o a que, aunque tu seas un enamorado de tu proyecto no haya nadie al otro lado que te escuche, son algunos de los fantasmas que se pasean a sus anchas en la mente de todo emprendedor.
Porque asumámoslo: todos, en algún momento, hemos sentido algún miedo de ese tipo. Y no es algo negativo.
El miedo es la emoción que nos ayuda a detectar las amenazas reales y a través de la que ponemos límites para recuperar nuestra seguridad. No se trata de ir por la vida con una venda en los ojos. Sin considerar que, cuando se emprende, hay muchas variables que hay que tener en cuenta. Y que, efectivamente, algunas de ellas te pueden bloquear
Por eso, quiero compartir contigo algunos puntos clave que para mi fueron esenciales. ¿Me acompañas?
Cómo emprender en 7 pasos
1.- Planifica muy bien tus metas y objetivos
Esto que parece super obvio es algo que, a la hora de la verdad, puede costarte un poco. Es fácil que en tu cabeza tengas claro lo que quieres conseguir, pero pasarlo a papel y establecer un plan para conseguirlo es otra cosa.
Define de la forma mas clara y especifica los objetivos que te planteas en tu negocio o proyecto. Recuerda que tus metas tienen que ser específicas, medibles, alcanzables y definidas en el tiempo. De otro modo, no serían reales sino más bien un simple deseo .
Tener claros tus objetivos te ayudará a mantenerte enfocado.
2.- Crea una estrategia
Este segundo punto es el paso lógico que sigue al primero. Un plan de negocio sólido y una definición clara y específica de los pasos que tienes que dar para alcanzar tu meta te darán un sentido de dirección y control.
Es fundamental. Y, además, será la guía que te indique si estás siguiendo el camino correcto. O si, en algún momento, te has salido de la ruta marcada. En el caso de esto último, estarás a tiempo de hacer los cambios necesarios para retomar el camino que habías definido para lograr tus objetivos de negocio.
3.- Gestiona tu tiempo y prioriza
Aprende a administrar tu tiempo de manera efectiva y prioriza las tareas. Suena fácil. Pero, para muchos… ¡qué difícil es cumplir este punto!
Al principio es posible que tengas que dedicarle mucho tiempo a actividades que no están directamente relacionadas con tu actividad. Y, precisamente por eso, haya momentos en los que sientas que tu tiempo se pierde o se evapora. Por eso, es imprescindible que en tu estrategia exista un buen guión de actividades perfectamente priorizadas. Para que puedas gestionar el tiempo del que dispones de la mejor manera posible. Esto te permitirá mantenerte enfocado en las actividades que realmente van a impulsar tu negocio.
4. Hazte con una sólida red de apoyo
Para mí, este punto fue de los más importantes. Ya que, muchos de los bloqueos que tenía estaban provocados por el hecho de sentirme muy sola ante un desafío importante.
Puedes recurrir a amigos, colegas o mentores que ya hayan emprendido y que puedan asesorarte, orientarte y ofrecerte apoyo emocional. O, también, asociarte o contratar a profesionales que puedan ayudarte en aquellos aspectos sobre los que tú no tienes formación y que te resultan complicados.
En mi caso, fueron los temas administrativos y de marketing.
Estos primeros cuatro puntos están orientados hacia tu proyecto o negocio. Pero, existen otros que pueden resultar incluso más limitantes y que tienes que atender. Son aquellos bloqueos y miedos que tienen que ver con tus capacidades, habilidades, motivación y resiliencia. A continuación, hablamos de ellos.
5.- Gestiona tus creencias limitantes
Identifica esos pensamientos o ideas que pueden estar frenando tu crecimiento. Cuestiónalos y busca dos o tres argumentos que demuestren justo lo contrario.
Te pongo un ejemplo real.
Una vez, estuve acompañando a una persona en el desarrollo de su proyecto. Todo iba bien hasta que nos topamos con la idea de que era muy difícil vivir de eso a lo que ella quería dedicarse. Como es de suponer, ese pensamiento boicoteaba todos y cada uno de los planes de acción que se marcaba. Por eso, y para ver si realmente ese pensamiento era una realidad o solo una creencia limitante, decidimos que debía buscar mínimo 10 personas que se dedicasen a lo mismo que ella quería hacer. Y que viviesen única y exclusivamente del desarrollo de esa actividad.
Encontrarlos le ayudó a ver que era posible. Y su actitud ante el objetivo cambió completamente.
6.- Trabaja tu resiliencia y adaptabilidad
El emprendimiento está lleno de altibajos. Ante esa realidad, es importante que trabajes y desarrolles la capacidad de recuperarte de los fracasos y adaptarte a circunstancias que puedan cambiar de un momento a otro.
La incertidumbre también es algo con lo que tendrás que lidiar. Así que, cuanto mas flexible y resiliente seas, más fácil te resultará levantarte si te equivocas, caes o te fallan las fuerzas.
7.- Refuerza tu autoconfianza y mantén alta tu motivación
Para ello, no te olvides de celebrar tus logros, por pequeños que estos sean. Reconocer tus éxitos te ayudará a mantener una actitud positiva y a mantenerte motivado a lo largo del tiempo.
Emprender puede ser un gran desafío. No lo afirmo solo como psicóloga y coach que acompaña a otras personas a conseguir sus objetivos profesionales. Lo digo como emprendedora que ha pasado por momentos en los que, te aseguro, he pensado en tirar la toalla.
Sin embargo, a día de hoy no hay nada de lo que esté mas orgullosa y por lo que me sienta mas agradecida.
Haberme atrevido a hacerlo y dar el primer paso fue esencial para que el camino se fuese esclareciendo y mi proyecto, mi sueño, se hiciesen realidad.
Por eso, si estás en ese momento de duda y no tienes claro cómo emprender, te animo a contactar conmigo. He ayudado ya a otros muchos profesionales en ese difícil camino que es emprender un negocio propio. Y sé que, dando los pasos adecuados, tú también lo vas a lograr.
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