Las dudas forman parte de nosotros, aunque nos definamos como una persona segura. Porque, ¿quién no ha dudado alguna vez de si mismo? ¿De sus decisiones? ¿O, incluso, de sus propios pensamientos?

Con (casi) total seguridad, la respuesta a estas preguntas es afirmativa. Y es que, todos, en algún momento de nuestra vida, nos hemos sentido bloqueados o hemos dudado de las decisiones que hemos tomado.

Desde los más resolutivos hasta los más inseguros, hay momentos en los que la incertidumbre nos desafía, nos persigue y nos hace cuestionarnos.

Las dudas aparecen cuando hay un conflicto entre nuestra mente racional y nuestras emociones. Ya que, mientras que la parte racional busca respuestas y certezas, nuestras emociones reaccionan ante aquellas situaciones que son desconocidas para nosotros. Porque, si te paras a reflexionar, posiblemente te des cuenta de que dudamos sobre aquellas cosas que no sabemos qué consecuencias traerán para nosotros.

Cuando ya existe una certeza sobre algo y sabemos lo que va a pasar, o las consecuencias que tendrán nuestros actos, ya no dudamos.

De ahí que el origen de las dudas surja a partir de un conflicto interno que nos impulsa a buscar respuestas y claridad en un mundo ambiguo, cambiante y complejo.

Dónde está la causa de la inseguridad

Como es de suponer, no todo el mundo duda en la misma medida. Existen algunos rasgos y comportamientos que hacen que nos sintamos más inseguros a la hora de tomar determinadas decisiones. A continuación te resumo los más habituales. Seguro que, en alguna ocasión, has tenido que «enfrentarte» a alguno de ellos.

El miedo a cometer errores

Uno de los motivos por los que podemos dudar es por el temor a cometer errores. El miedo al fracaso, a los juicios externos o a las propias consecuencias de nuestras decisiones nos llevan a cuestionar nuestras elecciones.

Te propongo hacer una pequeña reflexión. Piensa, ¿cómo serian tus decisiones si ese miedo no existiese? ¿Y, si vieses el error o la equivocación como parte del proceso de aprendizaje?

La búsqueda de la perfección

A priori, todos entendemos que la perfección no existe. Sin embargo, ¿cuántas veces has intentado tomar decisiones infalibles, sin margen de error? O, ¿has querido ir impecable, sin un solo fallo, a esa reunión importante o ese compromiso ineludible?

Querer estar perfecto o actuar sin un solo error ante alguien, o algo, puede hacer que tus inseguridades aumenten. Y, con ellas, las dudas.

Recuerda que esta búsqueda obsesiva e irracional por la perfección nos impide avanzar y crecer.

La falta de confianza en uno mismo

La duda también puede ser un reflejo de una falta de confianza en nuestras habilidades. Cuando nos sentimos inseguros acerca de nuestras capacidades o conocimientos, es natural que nos preguntemos si estamos tomando la decisión correcta. La baja autoestima y la falta de confianza en uno mismo pueden perpetuar un ciclo de dudas constantes.

El deseo de control

Es otro de los factores que pueden hacer aumentar las dudas. Queremos estar seguros de que todo saldrá según lo planeado y evitar cualquier eventualidad negativa. Sin embargo, la vida es impredecible y el deseo de control genera un estado constate de duda e incertidumbre difícil de gestionar.

Superar las dudas es posible. Te cuento cómo lograrlo

Como ves, existen muchas variables que nos pueden hacer dudar. Sin embargo, también existen algunos trucos para superarlas.

1.- Acepta la incertidumbre como parte de la vida. Recuerda que no siempre tendrás todas las preguntas y que sí, es posible que te puedas equivocar al tomar alguna decisión .

2.- Trabaja tu autoestima. Una autoestima saludable y una mayor confianza en tus habilidades y capacidades a la hora de buscar recursos te ayudará a tomar decisiones con más seguridad, creer en ti mismo y desapegarte de las consecuencias de tus decisiones.

3.- Infórmate. Siempre que tus dudas aparezcan ante la toma de decisiones, intenta informarte. Busca datos y analiza diferentes perspectivas para que esta toma de decisiones esté fundamentada. Pero ojo, no olvides que eso no te garantiza que todo salga perfecto.

4.- Aprende de tu experiencia. La mejor manera de avanzar, crecer y desarrollarte, tanto a nivel personal como profesional, es aprender de la experiencia y de las consecuencias de tus actos. Reconocer que el aprendizaje es un proceso en el que cabe la posibilidad de que te caigas o falles te ayudará a ser mas valiente a la hora de enfrentarte a las dudas.

En definitiva, las dudas forman parte de la experiencia de todas las personas. Y, precisamente reflexionar sobre ellas, te permitirá descubrir aspectos de tu vida e inseguridades que te impiden avanzar.

Me despido, por hoy, recordándote que la aceptación, la confianza y la apertura a la incertidumbre te ayudarán a reducir las dudas. Y te harán sentirte más libre a la hora de afrontar tus decisiones. ¡Haz la prueba! Y, por supuesto, si ves que las dudas pasan a ser de algo incómodo a un obstáculo en tu vida, no dudes en contactar conmigo. Por mi formación y experiencia como psicóloga y coach sé como ponerles freno para que dejen de ser un problema para ti.

Etiquetado como:
| | |

Llévate GRATIS la Guía “5 Pasos para Sobrevivir a un Mal Día”

Con unas propuestas sencillas, fáciles y 100% practicas.
¡Perfectas para superar incluso el peor día del año!