Este año, el verano de los adolescentes tras el Covid se presenta muy diferente al que han estado acostumbrados. Y al que esperan, con infinitas ganas, tras unos meses llenos de sobresaltos e improvisaciones en sus vidas.

Adolescentes, verano y periodo post confinamiento. La verdad, suena a «bomba de relojería» difícil de gestionar.

Porque, el verano es época de descanso, sol, luz, salidas con amigos, vacaciones, risas y diversión. Y, para los más jóvenes, esta época del año es también sinónimo de libertad. Sin embargo, este no va a ser un verano normal.

El verano del 2020 será recordado como el verano de la pandemia.

Un verano en el que las normas y las restricciones formarán parte de nuestro día a día. Por lo que tendremos que aprender a convivir con ellas, tanto adultos como adolescentes. Y, hacerlo, no siempre será fácil. Sobre todo, para los más jóvenes.

Ante esta situación que se presenta ya de por sí complicada… ¿Cómo ayudar a nuestros hijos adolescentes a afrontar este nuevo tipo de verano al que acabamos de dar la bienvenida?

4 Consejos para vivir en positivo el verano de los adolescentes tras el Covid

1.- Ayúdale a gestionar las expectativas

Igual que nosotros, el adolescente lleva meses creando en su mente el verano perfecto. Imaginando y soñando con las fiestas, conciertos y festivales a los que acudirá. Lleva meses creándose unas expectativas que, en la mayor parte de los casos, no van a llegar a hacerse realidad.

Si recordamos, las expectativas son creenciasilusiones o deseos que se han generado en nosotros en base a una serie de factores como pueden ser, nuestros valores, la educación que hemos recibido o las experiencias pasadas.

Todas sus actuaciones irán en favor de poder cumplir con esas expectativas creadas y al no lograr hacerlas realidad, se sentirán enfadados y hundidos. Puedes descubrir y conocer más sobre las expectativas en este artículo del blog.

En este punto, nuestra labor como padres consiste en ayudarles a entender que, en contra de lo que puede parecer, querer vivir en base a unas expectativas les está impidiendo disfrutar nuevas experiencias. Ya que, son solo proyecciones en el futuro de hechos del pasado. Son, por tanto, limitadas y les privan a de la libertad de explorar otras posibilidades.

Vivir a aquí y ahora es aprovechar las oportunidades que la vida te pone delante. ¡Ayudémosles a que no las dejen pasar!

2.- Reconduce el enfado hacia la tristeza

Como decía, la decepción y frustración por la pérdida de expectativas pueden llevar a nuestros hijos al enfado y a querer “luchar” constantemente para conseguir hacer cumplir sus deseos.

Llegados a este punto, quiero recordar que todas las emociones tienen una finalidad. Y que conocerlas nos da la posibilidad de poder reconducirlas. En el caso de los adolescentes, una expectativa truncada no es más que una pérdida. Y, por tanto, la única emoción que les ayudará a sobreponernos y buscar alternativas es la tristeza.

Es importante hacerles ver que el enfado con la situación, o con las personas que les rodean, no hará que la solución mejore. ¡Al contrario! Posiblemente, su comportamiento les hará tener peores consecuencias.

Si detectas este enfado en tu hijo, trata de empatizar con él y con su tristeza. Hazle ver que entiendes cómo se siente por todas las ilusiones y planes que está perdiendo. Y, ayúdale a buscar otras alternativas que le hagan sentirse mejor.

3.- Enséñale a disfrutar de lo que sí puede hacer

Está claro que las normas y las restricciones, que nos llegan impuestas, van a hacerles “perder” la posibilidad de hacer algunas cosas este verano. Sin embargo, para evitar caer en la tristeza y la frustración es interesante enseñar a nuestros hijos a pensar, ver y valorar lo que sí pueden hacer.

A todos nos ocurre. Cuando nos enfocamos en las cosas que no podemos hacer, caemos en la queja. Pasamos el día «rumiando». Y nos quedamos sin posibilidades de actuación.

Por eso, enfocarse en lo positivo, en las cosas que, si pueden hacer y en su habilidad para conseguirlo, les ayudará a pasar de la preocupación a la ocupación. Abriéndose ante ellos un abanico de nuevas posibilidades de pensamiento y actuaciones que les ayudarán a disfrutar del verano.

4.- No comparar. Poner el contador a cero

Está claro que el desconfinamiento supone nuevos retos. Y que tendrán que afrontarlos eficazmente para que la vuelta a la normalidad se produzca del mejor modo y lo antes posible.

Todos, ellos también, tendremos que aprender a convivir con un virus que, en parte, “controla” nuestras vidas, movimientos y libertad. Por lo que habrá que asumir que algunas cosas cambiarán y no volverán a ser como antes.

Esto es muy importante. Se hace necesario entender y aceptar que la situación actual no es la misma que teníamos antes del confinamiento.  Evita las comparaciones con la forma de vida anterior. Porque, la realidad es que, las cosas han cambiado.

En este momento prima la flexibilidad para adoptar nuevas formas de ver las cosas, de actuar y de relacionarnos. Ser creativos y afrontar los cambios en positivo y de forma activa será la mejor actitud. Tanto para nosotros los mayores como para los adolescentes.

 

Recuerda que, cuando las reglas del juego cambian tanto para nosotros los mayores como para los adolescente, podemos resistirnos y querer seguir jugando como antes. O, por el contrario, aprender las nuevas reglas y apostar para ganar.

Como siempre te recuerdo, si tienes cualquier duda o ves que necesitas consejo, solo tienes que contactar conmigo. Por mi experiencia, como psicóloga y coach puedo ayudarte a gestionar estas situaciones de cambio con tu hijo adolescente.

 

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