¿Te has planteado, en algún momento de tu vida, si formas (o no) parte de lo que se conoce como personas altamente sensibles?

Hace unas semanas recibí un mail de una lectora en el que me decía que recientemente había descubierto lo que se conoce como “Rasgo PAS” (Personas Altamente Sensibles), por el que había terminado en un bucle de ansiedad  y depresión del que no podía salir.

Por eso hoy quiero hablaros de este rasgo. Que, aunque fue descubierto en 1995 por la psicóloga norteamericana Elaine Aron, aun hoy, es bastante desconocido.

Antes de empezar, quiero especificar que un rasgo de personalidad no es un trastorno ni una patología. Y, por tanto, no es  ni bueno ni malo.

Los rasgos de personalidad son patrones persistentes de forma de pensar, relacionarse y pensar sobre el entorno y sobre uno mismo y que se presentan en distintos entornos sociales. Dicho de otra manera, es la tendencia que tienen las personas a pensar y comportarse de una determinada manera ante diferentes situaciones.

¿Qué es la Alta Sensibilidad?

Según Aron, «las personas con Alta Sensibilidad poseen un sistema neurosensorial mas fino y desarrollado que la mayoría de la población». Como consecuencia, tienen una mayor sensibilidad emocional y una mayor reactividad en el sistema nervioso central.

Reciben una gran cantidad de información sensorial. Que tienen que procesar y que, mal gestionada, los puede llevar a la saturación y el bloqueo.

Para que podamos clasificar a una persona como Altamente sensible, se tienen que dar en ella 4 factores que Elaine Aron definió como “D.O.E.S”: Deep processing, Overstimulation, strong Emotions y Sensitive to subtletie

  • Profundidad de Procesamiento (Depth of Processing). Tendencia a dar vueltas a los mismos pensamientos una y otra vez. Llevando a cabo un profundo, intenso y reflexivo análisis de las situaciones para decidir cuál es la mejor acción antes de ejecutarla.
  • Gran emocionalidad y empatía (Emotional Reactivity y Empathy). Viven las emociones con una alta intensidad por lo que sienten que están en una constante montaña rusa emocional. A la vez, son muy empáticos y su identificación con las emociones de los demás también les influyen.
  • Sensibilidad hacia las sutilezas (Sensing the Subtle). Perciben a través de los sentidos con una mayor sutileza que el resto de las personas. Se percatan de todos los pequeños detalles en los cambios, los gestos, las caras, las situaciones.
  • Sobre estimulación o saturación (Overstimulation). Al disponer de tanta información que procesar, puede llegar a sentirse saturada o sobre estimulada.

La presencia de este rasgo de la personalidad puede hacer que la persona sufra, se sienta diferente e incomprendida. Además, provoca un estrés crónico que puede dar lugar a otras patologías asociadas

Contar con una buena «caja herramientas de gestión emocional» aumentará su calidad de vida. A la vez que le ayudará a entender que tener este rasgo no tiene por qué ser sinónimo de sufrimiento.

El acompañamiento psicológico y el coaching son fundamentales para el aprendizaje, práctica e integración de estas herramientas.

Qué deben trabajar las Personas Altamente Sensibles

Parece claro que quiénes tienen una personalidad tan especial y sensible, necesiten procesos perfectamente adaptados a ellos. Sin embargo, sí que quiero mostrar algunos ejemplos de aspectos que se pueden trabajar para ayudarles a afrontar esa gran cantidad de información con la que lidian a diario.

#1 – Empatía

Su capacidad de empatizar con los demás es algo que puede hacerles sufrir. Se identifican con el dolor ajeno y eso les ofrece la capacidad de escuchar las necesidades de los demás. Desarrollando, así, una gran oportunidad para ayudar a los otros y contribuir a la creación de un mundo más consciente.

#2 – Perfeccionismo

Ser perfeccionista no tiene por qué ser malo, mas, bien al contrario. Querer «hacer las cosas bien» es algo muy valorable. El problema es cuando se lleva a un extremo en el que la perfección se convierte en un objetivo totalmente inalcanzable. Aprender que la perfección no existe y aceptar que lo bueno es dar lo mejor de uno mismo, hace que las estas personas sean grandes trabajadores a los que les gustan las cosas bien hechas .

#3 – Limites

Las Personas Altamente Sensibles, como otras muchas que no tienen este rasgo, se enfrentan a problemas a la hora de poner límites y decir «NO» a aquello que les supone una amenaza. Pero, cuando aprenden a quererse y a respetarse, son capaces de crear relaciones interpersonales basadas en el respeto y la seguridad. Conexiones muy enriquecedoras.

#4 – Emociones

Tener una vida emocional intensa hace que se impliquen mucho en todo lo que hacen. Ríen, lloran, aman, y temen, con mucha intensidad. Pero cuando aprenden a gestionarlo, respetarse y entender la finalidad de cada emoción, son altamente resolutivos. Además, gozan de grandes relaciones personales y crecen constantemente como personas.

#5 – Consciencia

Esa capacidad que tienen para ver todo lo que pasa a su alrededor, descubrir y detectar los pequeños detalles, los cambios que para otros pueden pasar desapercibidos, hacen que ellos seres plenamente conscientes de su entorno. Personas que ven mas allá de lo que otros ojos ven. Detectan las luces y las sobras de la vida. Una vida consciente es una vida llena de aceptación y disfrute de las pequeñas cosas.

Fuentes:

 

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