«El que la sigue la consigue”.

Este conocido refrán resume perfectamente el tema del que quiero hablarte hoy y que no es otro que, la perserverancia.

Desde el punto de vista psicológico, la perseverancia es la capacidad que tenemos los seres humanos para mantenernos firmes y continuar esforzándonos para conseguir aquello que queremos. Pese a los obstáculos y las dificultades que nos encontremos por el camino.  

Es como un cóctel creado a base de motivación intrínseca, resiliencia y enfoque.

Un cóctel que, al tomarlo, te pone en disposición de superar los posibles desafíos que se te presenten. Y que te ayuda a resistirte ante la tentación de rendirte cuando las cosas se ponen difíciles.

Estarás de acuerdo conmigo en que, en un momento de desafíos, disponer de estos ingredientes puede marcar la diferencia entre el éxito y la rendición. ¿No te parece?

La perseverancia es una habilidad muy valiosa

La perseverancia no es solo un rasgo en el carácter de la persona, sino una actitud ante la vida. Una especie de motor que te impulsa a continuar. Aún cuando el camino se hace complicado. Y que, además, hace que te enfrentes a las barreras, internas y externas que pueden aparecer frente a ti.

Precisamente, ese es uno de los principales aspectos de esta habilidad. Tiene la capacidad de transformar las complicaciones, las piedras en el camino y los fracasos, en aprendizajes. Al fin y al cabo, estos reveses son inevitable.

Entonces, ¿qué mejor que verlos como algo que nos ayuda a crecer?

La perseverancia es esa fuerza que te ayudará a levantarte después de la caída, a mirar qué es lo que ha pasado y sacar conclusiones para ajustar tu enfoque y comportamiento con la idea de volver a intentarlo.

A veces creemos que la perseverancia es algo que está reservado para grandes retos, hazañas u objetivos. Pero, la realidad es que, como cualquier habilidad, se entrena en los aspectos mas cotidianos.

Tomar la decisión de volver a intentarlo cuando has cometido un error. Seguir formándote y preparándote, aunque estés cansado. Mantener tu compromiso de bienestar, aunque no veas resultados inmediatos, son algunos actos de perseverancia. Todos ellos, sumados, construyen tu resistencia emocional y mental. Cada gesto cuenta y cada paso te entrena para mayores desafíos.

¿Cuáles son sus «ingredientes»?

En este momento, me gustaría hablar de esos “ingredientes” que, componen la perseverancia. Y que tan importantes son para adquirirla. Son estos tres:

La resiliencia

Sin duda, la resiliencia es uno de los ingredientes más importantes de nuestro cóctel. Y, al hablar de ella, me refiero a resiliencia que te ayuda a manejar el estrés, la frustración y la incertidumbre de una manera constructiva. Y que te permite recuperarte emocionalmente de una manera más rápida.

Por eso, la perseverancia está tan profundamente ligada al logro personal.

Al enfrentarte a los desafíos y ver que puedes hacer algo proactivamente para conseguir aquello que quieres, aumenta la confianza en ti mismo. Lo que te hace tener una mayor comprensión de tus capacidades internas, dándote cuenta de que eres capaz de hacer cosas que ni imaginabas.

El enfoque

Las personas con autoconfianza persisten, ya que confían en que sus esfuerzos valdrán la pena y son más tolerantes a la frustración. Y, aunque las cosas se tuerzan, ellos siguen mirando hacia su objetivo.

Esto nos lleva a otro aspecto importante: el enfoque en objetivos a largo plazo

La perseverancia te ayuda a mantener la mirada en el objetivo a largo plazo, sin caer en la tentación de distraerte con las cosas que pasan a corto y medio plazo. Pero, con la capacidad de dividir esas grandes metas en pasos pequeños y manejables que facilitan el progreso.

La motivación intrínseca

De alguna manera, la perseverancia surge de una motivación intrínseca.  Es decir, una motivación que nace de la propia satisfacción personal que se obtiene al ir hacia una meta. Y que encuentra un propósito en el hecho de hacer las cosas. Es decir, una energía interna que te impulsa a seguir adelante cuando enfrentas las dificultades.  

Alcanzar éxitos, requiere de esfuerzos, de sacrificios y, posiblemente, de renuncia a las satisfacciones inmediatas. Por eso, es tan importante que te enfoques en tus deseos y sueños. Porque, cada pequeño paso que des, aunque sea a través de los baches, te acercará a conseguirlos.

Dicen que la constancia es el puente que une lo que deseas y la realización de ese deseo. Y que lo que te lleva a conseguir tus objetivos no es el empezar, sino el perseverar. Por eso, si tienes un sueño, una idea o un proyecto… ¡ve a por ello! Con un corazón valiente y una mente perseverante. Solo así, podrás lograr un futuro lleno de logros, crecimiento y realización personal.

Pero no hace falta que lo hagas en soledad. El apoyo social y emocional jugaran un importante papel en este camino. Te aseguro que compartir tus luchas y triunfos con tu red de seguridad, fortalecerá tu determinación.

Para terminar, recuerda que la perseverancia es una habilidad muy valiosa que puedes desarrollar a través de la reflexión personal y la práctica de técnicas de manejo del estrés y mentalidad positiva.

Y ya sabes que, si ves que te faltan herramientas para conseguir tus objetivos y perseverar en ellos, aquí estoy para ayudarte. Como psicóloga y coach sé que lo lograremos juntos.

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