¿Te has parado a pensar cómo te afectan las opiniones de los demás? ¿En general, te preocupa lo que puedan pensar y opinar de ti? ¿Crees que condiciona tu rendimiento?

Somos seres sociales que nos relacionamos unos con otros. Y, por tanto, que nos influimos unos a otros es algo que todos sabemos y aceptamos.

Opinamos, criticamos y enjuiciamos al otro por el simple hecho de que piense, sienta o actúe de una manera diferente a nosotros. Pero, el problema aparece cuando esas opiniones, criticas o juicios, ya sean positivos o negativos, nos influyen tanto que pueden llegar a cambiar nuestra propia percepción sobre nosotros mismos y nuestro entorno.

Entonces, ¿qué está pasando y qué hacer en estos casos?

Cuando recibimos una crítica, una opinión o un juicio que, de alguna manera, nos está censurando es natural que no nos guste. Hay que tener mucha seguridad y confianza en uno mismo, así como altas dosis de autocontrol para encajar estos comentarios. Porque, la realidad es que no nos gusta ver que comentemos errores y que no somos perfectos.

Cómo gestionar en positivo las opiniones de los demás

La necesidad de ser aceptados y valorados por los demás, también explica que no nos guste recibir críticas. Evidentemente, si lo que buscamos es que los demás nos acepten, quieran y valoren y recibimos opiniones que contradicen lo que hacemos, nos sentiremos muy amenazados. Y, de nuevo, nuestra autoestima se resentirá.

Entonces, ¿qué debemos hacer?

Sanea tu autoestima

Lo primero, y más importante, que puedes hacer. Si te has dado cuenta de que las opiniones de los demás te influyen “demasiado”, invierte tiempo en ti. Para trabajar tu autoestima y valoración personal. De esta manera, no vas a impedir que los demás dejen de juzgar a tu alrededor. Pero, tendrás la fortaleza y energía para poner sus opiniones y creencias a la misma altura que las tuyas. Y, de esa forma, actuar en consecuencia.

Sin esta pieza en la base, te resultará más difícil relacionarte de una manera sana con los comentarios de los demás. E impidiéndote realizar el segundo paso.

Quédate con aquello que realmente te aporte

El simple hecho de que venga de otra persona, hará que lo coloques en una posición de superioridad respecto a ti. Le estarás dando cabida en tu vida, incluso antes de analizar si realmente son comentarios constructivos o tóxicos.

Y es aquí donde entra en juego otra variable. Cuestiona las cosas que te dicen. El que todos a tu alrededor se sientan con pleno derecho de decirte qué harían ellos, ante determinadas situaciones, cómo pensarían o, incluso, cómo deberías sentirte, no quiere decir que tengas que estar de acuerdo con ellos. Ni tampoco que tengas que obedecerles.

Haz de ti una persona asertiva

La comunicación asertiva, como ya he comentado en alguna otra ocasión, es una habilidad. Que hace que seamos capaces de comunicar al mundo nuestros deseos con claridad y respeto.

En este contexto en el que nos movemos hoy, ser asertivo significa escuchar lo que nos dicen con el claro convencimiento de que no estamos obligados a estar de acuerdo con ellos. Y, por supuesto, que tenemos derecho a decir que no.

Si después de escuchar lo que te dicen, detectas que el objetivo de esa persona es la manipulación, establece con ella unos limites claros y concisos. No es necesario que escuches o dejes que argumente su opinión. Díselo claramente. Y déjale, bien claro, que nos vas a aceptar esos comentarios destructivos hacia ti o tus comportamientos.

Por el contrario, si consideras que, lo que te dicen no está hecho con maldad. O que se sustenta sobre hechos erróneos, no razonables o con lo no estás de acuerdo, no lo tengas en cuenta. Escucha por si, en lo que te dice, hubiese algo que te pudiese aportar. Agradece a la persona su interés por ayudarte pero, no te sientas en la obligación de hacer lo que te dice.

Entiende que se trata solo de la opinión de otra persona. Que tiene una forma de percibir las cosas diferente a la tuya. Y, como es lógico,  esto no es ni bueno ni malo. Simplemente, es diferente. Y, por eso, no tienes que atender a sus peticiones.

Solo aquellas opiniones que te hacen crecer y mejorar deberían ser escuchadas y tenidas en cuenta

Si, ante las opiniones de los demás decides que lo que se te dice es cierto: reconócelo, escucha y tenlo en cuenta para mejorar.

Aunque, al principio, te duela un poco, es bueno reconocer que no somos perfectos. Acéptalo y agradécele a esa persona que te ayude a mejorar.

Mira dentro de ti y con humildad y sabiendo que una de las mejores cosas que tenemos es nuestra capacidad de mejorar y crecer y cambiar. Lo compruebo cada día como psicóloga y coach y te aseguro que es de lo más gratificante. Ya sabes que siempre puedes consultarme si te crees que están condicionando tu vida las opiniones de los demás.

Termino con una frase de Eleanor Roosevelt que dice: “Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento”.

No entregues tu poder pero, tampoco, te niegues a crecer.

 

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